La
continuidad es una virtud que cada vez escasea con mayor frecuencia en el mundo
del fútbol. Si nos fijamos en el fútbol argentino, la situación se acentúa. Los
campeonatos cortos propician que los proyectos a largo plazo brillen por su
ausencia. Como en toda regla, hay una excepción, y esta se llama Vélez
Sarsfield. Ricardo Gareca gozó de la confianza de la dirigencia del ‘fortín’, y
los resultados hablan por sí solos: 4 campeonatos locales, una semifinal de
Libertadores, y un subcampeonato de Copa Sudamericana. Además, en este tiempo
Vélez se ha caracterizado por ser uno de los equipos más serios del balompié
argentino. Tras la marcha de Gareca, el club ha decidido apostar por su mano
derecha, el ‘Turu’ Flores, pretendiendo dar continuidad al proyecto. La cantera
cuenta con un papel principal en el Vélez actual, y en ella nos vamos a fijar.
Hoy os presentamos a Lucas Daniel Romero, un jugador que a sus 20 años recién
cumplidos, (18 de Abril de 1994), se ha hecho dueño y señor de la medular de
Vélez.
La
historia de Lucas Romero nace en la humilde localidad de Loma Hermosa, situada
situada al noroeste de Buenos Aires. Allí, con apenas 3 años, empieza a jugar
para el club Punto de Encuentro, con chicos que casi le doblaban la edad. Con 7
años tuvo la oportunidad que a la postre le cambiaría la vida. Pudo probarse en
Vélez, de donde no se ha movido hasta hoy, pasando por todas las categorías
inferiores de la institución de Liniers. Su debut con el primer equipo llegaría
en el Torneo Inicial 2012, entrando como suplente en un partido en el que Vélez
empataría (0-0) frente a Estudiantes de la Plata. A la semana siguiente le
tocaría estrenarse como titular, nada más y nada menos que frente a River
Plate, en un choque en el que dio buena muestra de su aptitud para saber
soportar la presión. Internacional en categorías menores con Argentina, disputó
el Sudamericano sub-20 en 2012, en la que la albiceleste fue anfitriona.
Lucas
Romero es un mediocentro diestro, de poca estatura, apenas 1,72 metros de
altura, pero fuerte y potente, lo que le hace ir al choque frente al rival con
posibilidades de salir vencedor. ‘Turu’ Flores lo sitúa en un doble pivote -esquema
4-4-2-, donde su función principal consiste en la recuperación y salida sencilla
de la pelota. Sin embargo, también puede actuar como pivote único, por delante
de la línea defensiva. Es rápido, sabe leer el juego y tiene una muy buena
capacidad de anticipación, lo que le lleva a ser muy eficaz en el robo. Con
calidad para combinar y asociarse, con frecuencia es el elegido para dar
comienzo a la jugada. Toca rápido, empleando apoyos de uno o dos toques que
otorgan una gran fluidez al juego. En desplazamientos largos, sus cambios de
sentido proporcionan mucho oxígeno al equipo. Dinámico, intenso, muy metido en
el partido en todo momento, se hace grande en la zona ancha, realizando un considerable despliegue físico
que se convierte en fundamental para que Vélez ejerza una presión alta a la
salida rival. No aparece demasiado por el área rival, aunque tiene un
poderoso disparo desde media distancia.
En
el torneo que aún se está disputando, y en el que Velez anda lejos de la cabeza, Lucas Romero está siendo una de las piezas claves en el esquema de Flores,
erigiéndose como uno de los jugadores más regulares del equipo de Liniers y rindiendo a
gran nivel, esto hace que con casi toda posibilidad se le vayan a presentar oportunidades
en los próximos meses para embarcar a Europa, pero, de momento, Vélez lo tiene
bien atado, ya que le firmó un contrato que une a ambas partes hasta el año
2016. Mientras, ‘el negro’, como también le conocen, sigue creciendo a pasos agigantados partido
tras partido, mirando de reojo al sueño de ser internacional con la selección absoluta.
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