Fuente: www.velezsarsfield.com.ar |
El
fútbol argentino anda de descanso, tras uno de los torneos más estrambóticos
que han tenido lugar, y que será recordado por que fueron nada más y nada menos que 30 los participantes, y uno el campeón, Boca Juniors. En este ‘stand by’ varios clubes han
aprovechado para modificar muchas cosas, entre otras, como no podía ser de otra
forma, los técnicos. Han sido varios entrenadores los que han dejado su cargo y San Lorenzo, Racing o Vélez,
entre otros, iniciarán un nuevo proyecto que estrenará comandante. En el caso
de éste último, Vélez, será la tercera apuesta desde que Ricardo Gareca decidió
poner punto y final a su etapa en Liniers. Ahora llega Christian Bassedas a un banquillo donde ni ‘Turu’ Flores primero, ni Miguel
Russo después, han conseguido darle estabilidad. Vélez es un equipo que pelea ante las
adversidades económicas con una confianza total en su cantera. Ya en el pasado
campeonato llegaron a presentar equipos que estaban compuestos casi al completo
por gente de la casa y ya son varias las perlas que se han situado en el
escaparate, como son los casos de Emiliano Amor, Lautaro Gianetti, Lucas Romero, Yamil Asad,
Jorge Correa o Agustín Doffo.
Al
igual que los nombres anteriormente mencionados, nuestro protagonista de hoy
también es un producto del inagotable vivero de Vélez. Nicolás Delgadillo, 18
años, (2 de Octubre de 1997, Buenos Aires, Argentina), suma un pequeño puñado
de partidos con el primer equipo de Vélez, desde que allá por el mes de Mayo
Russo le diera la oportunidad de debutar en un encuentro frente a San Lorenzo.
Pocos días antes jugaba en la quinta división del equipo velezano, y desde
entonces ha sido de la partida en varias ocasiones como titular, consiguiendo
anotar 1 gol y dar 3 asistencias, erigiéndose en una de las apariciones más
esperanzadoras del fortín en estos últimos meses.
Nicolás
Delgadillo es un extremo zurdo, que también puede jugar algo más centrado, pero
que suele hacerlo en su banda natural, el flanco izquierdo del ataque, algo tan
lógico como inusual en estos tiempos. Con 1,77 de estatura y unos 70 kg de
peso, sus mejores virtudes físicas se concentran en la velocidad, la potencia
una vez que inicia la carrera, la agilidad y la habilidad. Recursos en los que
se apoya con frecuencia para desempeñar su juego. De muy buen manejo con su
pierna izquierda, puede emplear con suficiencia la diestra. Le gusta mirar a
portería en cuanto tiene ocasión y ha dejado entrever un disparo desde media
distancia más que interesante, lo que incluso le ha valido para encargarse del
balón parado. Pero donde Delgadillo se ha mostrado como un jugador especial es
en el desborde. Descarado, atrevido y con un gran desparpajo, pide la pelota y
encara sin ningún complejo. Llama la atención la cantidad de veces que es capaz
de superar a su par en el uno contra uno y desde aquí generar situaciones de
peligro. Sabe sus condiciones para desequilibrar y no duda en ponerlas en
práctica. Con muy buenos argumentos en el regate, explosivo y difícil de parar
en carrera. Esta capacidad para desbordar proporciona una gran profundidad en
sus jugadas, que luego suele finalizar con el centro al área, faceta en la que
puede y debe sumar mayor precisión.
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Delgadillo
aún es un talento por pulir. Debe aprender a leer mejor el juego en muchas
ocasiones, progresar en la toma de decisiones, aspectos en los que puede crecer perfectamente con el paso de los partidos y la
experiencia. Con contrato en Vélez hasta 2018, de momento, con menos de una veintena de partidos en Primera,
destaca su talento y personalidad para ser importante y superar la presión, lo
que hace que ya suena para ir al viejo continente, ya sea directamente a un
equipo europeo o previa compra por un grupo inversor.
Debe aprender a leer mejor el juego en muchas ocasiones, progresar en la toma de decisiones, aspectos en los que puede crecer perfectamente con el paso de los partidos y la experiencia. ---Este es un buen consejo!
ResponderEliminarComo jugador debe recordar!