La
falta de recursos económicos hace a veces agudizar el ingenio, acrecentar el
trabajo y posibilitar la unión ante la adversidad. Lo saben bien en Gijón.
Allí, tras dos años desesperanzadores en una categoría que no le corresponde, la ilusión se ha vuelto a enfundar la camiseta
del Sporting, bajo la tutela de Abelardo y una cuadrilla de jóvenes que tiene a
tiro de piedra batir el récord de jornadas sin conocer la derrota del club
asturiano en más de 109 años de historia. 12 jornadas invicto, dando una sensación
de equipo compacto y con las ideas claras, firmando un inicio que recuerda al
del último ascenso, cuando el equipo dirigido entonces por Manolo Preciado no
perdió hasta el décimo partido.
Ahora,
el proyecto está en manos de Abelardo. La afición, contraria a la política de
sus dirigentes, si se encuentra identificada con el ‘Pitu’ y sus pupilos, con
los que mantienen una gran compenetración. La institución, como tantas otras
veces, no se puede permitir alardes ni despilfarros, por lo que toca mirar al
bien más preciado de la entidad junto a su fiel afición: la cantera. El técnico
conoce el club y Mareo como la palma de su mano, lo que posibilita darle la
oportunidad a los jóvenes talentos conociendo en profundidad sus aptitudes,
además de la valentía que está mostrando para confiar en quien se lo merezca,
independientemente de su fecha de nacimiento, y unos jugadores que le están
respondiendo, más allá de su acierto, con una actitud y ambición excepcional.
¿Cómo
juega el Sporting?
Abelardo
apuesta por un esquema 4-2-3-1, que hasta la fecha no ha variado en ninguno de
los partidos. El objetivo es ser el poseedor de la pelota para tratar de ser el
dominador del partido a través de la tenencia del balón. Sin embargo, el bloque
gijonés persigue ser un equipo compacto, que apenas deje fisuras y sufra lo
menos posible cuando no tiene la posesión.
El
Sporting no se caracteriza por ejercer una presión asfixiante en la salida del
rival, aunque esto varía en función del encuentro. La intensidad en cada choque
es una de sus señas de identidad, tratando de imprimir un ritmo alto al
partido. A la hora de buscar la portería contraria, es un equipo que otorga un
papel muy relevante al juego por fuera, cobrando las bandas una gran
relevancia.
Fase defensiva
Presión
en bloque bajo, en campo propio, muy organizada, con líneas muy juntas que
dejan muy pocos espacios, formando un 4-4-2 en la que el mediapunta y el
delantero referencia quedan a la misma altura.
Presión alta |
Como
local, o en algunas fases del partido -en especial cuando va por detrás en el
marcador-, el equipo realiza una presión más alta, en la que los extremos
y uno de los mediocentros adelantan
notablemente su posición, y los dos hombres más adelantados buscan taponar la
salida de balón rival.
La
ofensividad de sus laterales hace que le cojan las espaldas en más de una
ocasión, siendo el sector por donde más sufre el conjunto asturiano. A ello se
suma que a los extremos les cuesta retrasar su posición para colaborar en fase
defensiva.
Los
mediocentros se desplazan y retrasan su posición hacia los costados para
realizar ayudas y coberturas a los laterales.
Fase ofensiva
Inicio de la jugada |
El
mediocentro, por lo general Nacho Cases, baja a recibir para iniciar la jugada,
en ocasiones retrasando mucho su posición, hasta situarse cerca de los
centrales.
Aprovechando
la vocación ofensiva y buen manejo de sus laterales, el Sporting tiene la
posibilidad de construir la jugada mediante la incorporación de estos, ya sea
con balón controlado o combinando.
Los
laterales se incorporan al ataque, pisando campo rival de manera permanente y
aportando una gran profundidad.
El
mediapunta o el punta caen constantemente hacia los costados, combinando y
alternándose con los jugadores de banda, y cargando el juego hacia estos
sectores.
Saque de banda en largo |
Llama
la atención los saques de banda del Sporting cuando estos son cerca de la
portería contraria, ya que los convierte casi en un saque de esquina, incluyendo
numerosos efectivos en área rival. Luis Hérnández posee un saque muy potente,
incluso en muchas ocasiones lo ha hecho desde ambas bandas, aunque también Álex
Menéndez es un habitual en estos saques largos desde la izquierda.
Las joyas de Mareo
Como
hemos podido comprobar, el proyecto sportinguista tiene su base y alma en la
cantera, y el paso de las jornadas no hace más que demostrar que Mareo es una
fuente inagotable de talento, donde los jóvenes están llamando con fuerza a una
puerta que Abelardo no duda en abrir de par en par. De estas irrupciones vamos
a analizar a algunos que prometen dar tardes de gloria en El Molinón.
Álex
Menéndez (15/07/1991)
Lateral
zurdo de buena presencia física. Destaca su notable proyección ofensiva, que le
hace incorporarse una y otra vez, llegando hasta posiciones muy adelantadas
cuando el Sporting es poseedor, doblando al extremo con mucha frecuencia. Con
un manejo de balón en su pierna izquierda más que aceptable, se asocia, tiene
recorrido y el equipo le utiliza para dar una salida de balón fluida por su
costado. Su ofensividad le hace sufrir en fase defensiva, cuando el rival le
toma las espaldas en el retroceso tras pérdida. En estático, es un lateral
difícil de superar en el uno contra uno. Tiene buen centro al área cuando llega
a línea de fondo.
Sergio
Álvarez (23/01/1992)
Mediocentro
diestro, fuerte físicamente, de altura media (1,82 metros de estatura). Es el
encargado de realizar las labores de resta y destrucción en la zona ancha. De
buenos conceptos tácticos, suele estar bien posicionado por delante de la línea
defensiva, aportando equilibrio al equipo. Ayuda a los laterales y bascula muy
bien para realizar las coberturas. Técnicamente y en tareas creativas, es
quizás el jugador menos dotado del mediocampo. Trata de complicarse lo menos
posible con balón, optando de forma general por el pase en corto al compañero
situado en mejor posición, buscando la rapidez y precisión. Si su trabajo se lo
permite, no es ajeno a descolgarse en busca de posiciones ofensiva y con la
idea de aparecer por sorpresa cerca de la portería rival.
Juan
Muñiz (14/03/1992)
Una
de las grandes perlas de la escuadra sportinguista. Este talentoso zurdo puede
desenvolverse en cualquiera de las dos bandas, aunque Abelardo lo está
utilizando principalmente en el costado derecho, y como revulsivo, entrando en
bastantes ocasiones desde el banquillo. Excelente nivel técnico, le gusta
llevar el balón muy pegado a su bota izquierda, conducir y buscar el desbordar
frente al defensor en el uno contra uno. En ocasiones se excede de
individualista, lo que le hace perder demasiados balones. Su capacidad para
transportar la pelota y desequilibrar hace que sea muy útil para crear
situaciones de peligro, para lo que busca libertad de movimientos en zona de
tres cuartos. También tiene buen golpeo, lo que propicia que sea el encargado
de ejecutar las jugadas a balón parado, tanto faltas como saques de esquinas.
Aún tiene un amplio margen de mejora y debe madurar bastante en su juego.
Jonathan
Rodríguez, ‘Jony’ (09/07/1991)
Una
de las principales armas ofensivas del Sporting la encontramos en la banda
izquierda. Allí reside ‘Jony’, un extremo zurdo con un gran descaro,
rapidísimo, explosivo y con muy buen desborde y manejo en espacios cortos.
Individualista, a veces demasiado, le gusta encarar y desafiar al defensor
continuamente en el uno contra uno. Tiende a salir más por fuera que por dentro,
aunque crea un gran peligro cuando realiza diagonales buscando portería. Otorga
mucha profundidad y desequilibrio a los ataques del Sporting, además de su buen
centro cuando llega a línea de fondo. Posee una refinada técnica individual que
deja de manifiesto tanto en recepciones como en regates. Debe aprender a
soltarla antes en muchas ocasiones.
Pablo
Pérez (02/08/1993)
Centrocampista
de pura vocación ofensiva, que en este equipo suele actuar en la mediapunta,
siendo el enlace entre los mediocentros y el ‘9’, más cerca del último hombre
que de los medios. De notable presencia física, muy espigado (1,87), es delgado
y posee cierta elegancia en sus movimientos. Dotado de una técnica muy fina, es
dinámico, preciso en el pase y se asocia muy bien. Irregular, tiende a
desaparecer durante tramos del partido. Está demostrando una buena llegada
desde segunda línea, viendo portería con relativa frecuencia. Merced a su
altura, a balón parado también es un importante activo en las jugadas de
estrategia. Trabajador, acude con fe a la búsqueda del defensor, colaborando
activamente en la presión.
Daniel
Ndi (18/08/1995)
Otras
de los grandes descubrimientos que nos ha dado este renovado Sporting es el del
camerunés Ndi. Lo vemos partir como mediapunta en ese 4-2-3-1 tan definido de
Abelardo. De buena planta física, fuerte, piernas largas y con mayor velocidad
de la que puede parecer en un primer momento. Goza de gran libertad, lo que le
permite permutar posiciones constantemente y dañar al rival. Tienda a caer a la
izquierda, buscando asociaciones continuas con el extremo y el lateral. Protege
y aguanta muy bien la pelota, aunque en ocasiones se confía demasiado, lo que
le lleva a algunas perdidas innecesarias. Notable manejo de balón, con gestos técnicos
excelsos en espacios reducidos. Tiene una gran potencia en la arrancada. Lleva
a cabo un desgaste físico importante.
Carlos
Castro (01/06/1995)
Apenas
6 participaciones con el Sporting en lo que va de campeonato han servido para
apuntar muy de cerca su nombre, ser convocado por la selección sub-21 y
convertirse en una de las joyas más relucientes de Mareo. Ha anotado 4 goles,
convirtiendo un gol cada 59 minutos de juego. Carlos Castro es un delantero que
no destaca por su corpulencia ni presencia física, apenas 1,76 de estatura,
pero que sí lo hace por poseer una capacidad brutal para originar situaciones
claras de gol. Pequeño, ágil, habilidoso, es inteligente y muy pillo, tanto que
el defensor no se puede descuidar en su marca ningún instante. Oportunista,
tiene un magnífico sentido de la colocación y un olfato goleador muy
importante. Rematador, se mueve como pez en el agua dentro del área. Sin
embargo, otra de sus características principales es la movilidad, la caída con
frecuencia a los costados, con especial tendencia al derecho, para sacar al
central de su demarcación habitual y encararle utilizando su buen manejo y uno
contra uno. Le gusta recibir de espaldas y dejar la pelota pasar sin tocarla,
buscando engañar al defensor para, a continuación, tratar de romper en
velocidad escapando de la marca.
Con
aspectos que pulir aún, Carlos Castro es un reflejo de lo que es este Sporting,
un conjunto fresco, con un potencial enorme, que puede llegar muy lejos y que
parece tener las ideas muy claras, con un conductor que sabe de las
circunstancias del momento y que transmite saber controlarlas a la perfección.
Como casi siempre, los resultados dictarán sentencia, pero hasta el momento,
este equipo se ha ganado el apoyo e identificación total de su hinchada, así
como la admiración de todo el que lo ve, además de estar a punto de hacer
historia.
Y Nacho Cases?
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