martes, 28 de enero de 2014

Chancel Mbemba

El goteo incesante de jóvenes talentos belgas hace que el campeonato local se haya convertido en una liga, que si bien no es de las más potentes del continente, sí resulta sumamente interesante. Con un Standard en un estado de forma sensacional, líder y con solo una derrota en su haber, el segundo en escena es el Anderlecht, que ha firmado una triste participación en competición europea, quedando último en la fase de grupo de la Champions, y ahora trata de arreglar la temporada alcanzando el primer lugar en el torneo doméstico. Sin embargo, se puede decir que las mejores noticias para el cuadro ‘malviblanco’ son nombres propios. La irrupción de los precoces Dennis Praet, Massimo Bruno o Aleksandar Mitrovic, hacen vislumbrar un horizonte más que halagüeño para el club residente en Bruselas. En la retaguardia también ha aparecido un joven prometedor. Se trata de Chancel Mbemba Mangulu, 19 años, (8 de Agosto de 1994, República Democrática del Congo), más conocido por Mbemba, o por ser el comodín defensivo del técnico John van den Brom.

Hijo de una jugadora de baloncesto, Chancel Mbemba comenzó a jugar al fútbol en su país, en modestos clubes amateurs como el ES La Gracia o el AS Mputu. En 2011 fue captado por los tentáculos del Anderlecht para incorporarlo a su cantera, en la que se ha terminado de formar hasta dar el salto al primer equipo, algo que ha experimentado en el presente curso, haciendo su debut en la primera jornada de liga, y convirtiéndose desde entonces en uno de los hombres importantes para van den Brom. Desde entonces, lo ha jugado prácticamente todo, tanto en la Jupiler Pro League como en la liga de campeones. Mbemba ya es internacional absoluto con la República Democrática del Congo, con la que debutó el pasado verano, en un encuentro amistoso que le enfrentó a Libia.

Chancel Mbemba es un defensor diestro, que destaca por su gran polivalencia, cualidad que le hace desenvolverse casi en cualquier zona de la zaga. Aún así, lo habitual es verle en el perfil diestro del centro de la defensa, o como lateral derecho. No es especialmente alto, 1,82 metros de estatura, pero sin embargo tiene un destacable juego aéreo, con un potente salto, lo que le hace llevar mucho peligro cuando se incorpora en las jugadas de ataque a balón parado. Fuerte y veloz. Es difícil de superar en el uno contra uno cuando el duelo se encamina a lo físico, y es bastante rápido al cruce, en los desplazamientos laterales y a la hora de tapar huecos, especialmente en espacios cortos. Pegajoso en la marca, opta por encimarse al delantero y salir en contadas ocasiones de su posición. Pocas complicaciones con la pelota en los pies, correcto manejo y búsqueda de la efectividad en zonas de riesgo, tratando de no recurrir al despeje en largo. Debe ganar en contundencia, donde en algunas ocasiones se muestra impreciso y algo tierno al corte.

Con contrato en vigor con el Anderlecht hasta Junio de 2017, Chancel Mbemba se está confirmando como una de las gratas noticias del campeonato belga y de este Anderlecht, con el que ya ha alcanzado la veintena de partidos en liga, destapándose como un defensor ciertamente goleador -ha anotado tres tantos-, y otros cinco choques en la máxima competición continental a nivel de clubes, completando una temporada más que llamativa en su debut en el profesionalismo. En este vivero de jovencísimos talentos que es el conjunto belga, Chancel Mbemba continúa madurando y dando pasos para hacerse un defensor fiable, algo en lo que va camino de convertirse.

jueves, 23 de enero de 2014

Quincy Promes

En más de una ocasión hemos destacado en este blog la valentía existente en Holanda para darle protagonismo a futbolistas muy jóvenes. La Eredivisie está compuesta por clubes vendedores, acostumbrados a deshacerse de sus mejores jugadores para sobrevivir, haciendo un ejercicio de reinvención casi cada año. Douglas Franco, Leroy Fer y Nacer Chadli, o lo que es lo mismo, la columna vertebral de los ‘tukkers’ en los últimos tiempos, dejaba Enschede. Tocaba ponerse manos a la obra para volver a formar un conjunto competitivo que peleara por estar arriba en el campeonato doméstico. Y así fue. Con la juventud por bandera -la media edad de la alineación titular no alcanza los 24 años-, el conjunto dirigido por Michel Jansen compite y divierte a partes iguales, presentando una atractiva gama de talentos que no tardarán en ser anotados, si no lo están ya, en las agendas de clubes de mayor potencial económico. Uno de los estandartes de este ‘nuevo’ Twente lo encontramos en la banda derecha. Se trata de Quincy Promes, de 22 años, (4 de Enero de 1992, Amsterdam, Holanda).

Quincy Promes ingresó siendo tan solo un niño en la escuela del Ajax, en la que se ha formado como jugador, llegando hasta el segundo equipo ajacied, cuando decidieron dejar de contar con sus servicios. Tras esto, puso rumbo al HFC Haarlem, donde permaneció un par de años hasta que dicho club tuvo que disolver por las deudas. Entonces apareció el Twente, y Promes se enroló en sus categorías inferiores. Steve McLaren le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo en la 2011-2012. Tuvo algunas apariciones esporádicas, aunque no llegó a asentarse con regularidad en el plantel profesional. Debido a ello, la pasada campaña se marchó cedido al Go Ahead Eagles, convirtiéndose en una de las piezas claves del ascenso a la Eredivisie con sus 13 goles en 32 partidos. Promes ha sido internacional sub-19 con la selección holandesa y en la actualidad es un habitual en las convocatorias con la sub-21, con la que ya ha disputado 4 encuentros.

Quincy Promes es un extremo derecho, con un punto de versatilidad muy interesante, que le hacen caer durante largos tramos del partido en la zona de la mediapunta, por detrás del delantero, e incluso aparecer por banda izquierda. Dotado de grandes facultades físicas, es 1,76 metros de pura fibra,  potencia y explosividad. Descarado y atrevido. Intenta el uno contra uno continuamente, donde por rapidez y habilidad tiene muchas opciones de desequilibrar, prefiriendo en la mayoría de ocasiones desbordar por fuera. Con un correcto manejo de balón y un buen toque de primeras, lo emplea para apoyarse en corto, dando así velocidad a la jugada. Se maneja mejor cuando se generan espacios, donde sus condiciones puede propiciar que sea un jugador especialmente dañino para el rival. Posee una extrema verticalidad. Le gusta pisar área de manera frecuente y no pierde de vista la portería rival en ningún momento. Tiene un golpeo de pelota seco con su pierna derecha, que pone en práctica en cuanto tiene ocasión. Facilidad para hacer gol, por momentos incluso con una llamativa dosis de oportunismo, más propia de un ‘9’.

Quincy Promes ya ha disputado 16 encuentros en la presente temporada, en los que ha anotado 9 dianas y dado 4 asistencias de gol, números que no solo le han valido para ser indiscutible en los planes de Michel Jansen,  sino también para convertirse en una de las grandes sensaciones del campeonato. Su contrato con el club de Enschede expira en Junio de 2015, aunque de seguir a este ritmo es más que posible que otros equipos traten de seducir a Promes. De momento, y mientras ese momento llega, Quincy sigue creciendo a pasos agigantados y los aficionados del Twente disfrutan de su fútbol vertiginoso y sus vistosas celebraciones.

miércoles, 15 de enero de 2014

Ángel Correa y Héctor Villalba, una dupla de campeonato

Desde la temporada 2005-2006, cuando lo consiguió Boca Juniors, ningún equipo ha sido capaz de reinar en dos campeonatos consecutivos en el fútbol argentino. Durante este tiempo, se han proclamado hasta once campeones distintos. El último, San Lorenzo de Almagro, dirigido por un Juan Antonio Pizzi, que ya dio el salto a Europa, y que aunque no quedará grabado en las retinas de los espectadores por ser un prodigio de fútbol brillante, si tuvo alicientes para ser un conjunto diferente, más allá de los resultados. Orden, el gusto por la posesión, la idea de hacer daño al rival en todo momento. Más que suficiente para destacar en este torneo argentino. Y además, dos apariciones que desataron la ilusión en la hinchada: Ángel Correa y Héctor Villalba.

Ángel Correa

Ángel Correa, de 18 años, (9 de Marzo de 1995, Rosario, Argentina), es un producto ‘genuino’ del ciclón, donde arribó con solo 12 años. Desde entonces, se ha formado en los equipos menores, destacando especialmente cuando llegó a la séptima categoría. Tanto deslumbró, que se desataron los rumores sobre su llegada a Europa, pero San Lorenzo le firmó su primer contrato profesional. Pizzi le hizo debutar en Marzo de 2013. Necesitó poco tiempo para aclimatarse al primer plantel. En el pasado Torneo Final acabó siendo titular. En el actual, una de las piezas claves en la consecución del campeonato por parte de San Lorenzo.

¿Cómo juega Ángel Correa?

Talento y vértigo. Correa es creatividad en estado puro. Puede desenvolverse en un doble ‘9’, pero también en cualquier posición de la mediapunta, preferiblemente en el carril central, aunque pudiendo entrar permanentemente por cualquiera de los costados. Es habitual que retrase su posición, incluso cuando parte como hombre más adelantado, con la intención de tener una mayor influencia en la zona de tres cuartos.

No es alto -1,74 metros de estatura-, pero sí potente, con un tren inferior fuerte. Veloz y explosivo, le encanta agarrar la pelota y retar al defensor, consciente de su rapidez y su fantástico desequilibrio. A esto le ayuda que maneja ambas piernas, por lo que puede desbordar tanto por dentro como por fuera. Gambeteador, de excelso dominio de balón en espacios reducidos, conduce y dribla de manera soberbia, aunque peca de individualista en algunas ocasiones. Gran capacidad inventiva en los últimos metros, tanto de forma individual como para asociarse. Rápido en la finalización, no es extraño verle definir al primer toque con un disparo seco.


Héctor Villalba

Héctor Daniel Villalba, o ‘Tito’, como le conocen la mayoría, de 19 años, (26 de Julio de 1994, Buenos Aires, Argentina), también se ha criado desde pequeño en las entrañas de San Lorenzo, donde ingresó con apenas 10 años de edad. Su debut profesional llegó en 2012, de la mano del técnico Caruso Lombardi. Sin embargo, no ha sido hasta este Torneo Inicial cuando se ha hecho un jugador importante para el equipo, especialmente tras las graves lesiones de los arietes Martín Cauteruccio y Gonzalo Verón, lo que le hizo agarrar la titularidad y aprovechar la ocasión para hacerse un fijo en los esquemas de Pizzi.

¿Qué tal es Héctor Villalba?

‘Tito’ Villalba es un atacante que maneja con soltura ambos pies, que puede desenvolverse tanto en punta como por banda derecha. No destaca a simple vista por sus condiciones físicas, pero que sin embargo se apoya en ellas para explotar su juego. Bajito, fuerte, escurridizo y con una arrancada muy poderosa, crea mucho daño al rival cuando encuentra espacios y metros para exprimir su enorme velocidad en carrera.

Capacitado para ser la principal referencia ofensiva del equipo, esto no le resta un ápice de dinamismo a su fútbol, manteniendo una gran movilidad en todo el frente de ataque. Sin embargo, también es habitual que actúe como extremo derecho, buscando hacer daño desde bando por su rapidez pero siempre con una gran verticalidad, buscando portería en todo momento y optando por diagonales muy veloces más que por regates o desafiar al defensor en el uno contra uno. Explosivo y con un gran cambio de ritmo, tiene buena conducción de balón en carrera, protege bien la pelota y posee buen criterio a la hora de asociarse. Su buen control de ambos perfiles es tal que es habitual verle recibir con una pierna y finalizar con la otra. Descarado y con gran desparpajo. Con carácter, no se arruga en el cuerpo a cuerpo, pese a su escasa estatura, incluso yendo con demasiado ímpetu al cuerpeo en más de una ocasión. Debe ser más regular y mejorar sus cifras goleadoras, algo para lo que aún tiene tiempo.

De cara a la temporada que se avecina para San Lorenzo, Juan Antonio Pizzi ya no estará en el banco del ciclón. Su lugar lo ocupará Edgardo Bauza, que además de los precoces talentos Correa y Villalba, tendrá a sus órdenes otros efectivos importantes de más veteranía y experiencia, como Mercier, Piatti o Romagnoli. En ellos, entre otros, reposan buena parte de las esperanzas de los aficionados del ‘cuervo’, de hacer algo grande en la próxima Copa Libertadores, y quién sabe, si repetir éxito en el campeonato local.

sábado, 4 de enero de 2014

Mamadou Koné

Uno de los tópicos futboleros asevera que este deporte tiene la memoria justa y que lo que hoy es claro, mañana puedo ser diametralmente opuesto. En Santander todo esto lo han podido comprobar. Hace apenas un lustro, el equipo cántabro disputaba la otrora UEFA, compitiendo con equipos como Schalke, o los ‘nuevos’ ricos PSG y Manchester City, consiguiendo derrotar a este último en El Sardinero. Ahora, los santanderinos pelean por salir de las catacumbas del balompié nacional, allá donde le han instalado una gestión nefasta, llevada a cabo por más de un ‘salvador’ que no fue tal. El Racing de Santander lidera la clasificación del grupo I de la Segunda División B. Además, se ha colado en los octavos de final de la Copa del Rey, tras apear al Sevilla previa victoria en su feudo (0-2). Sin duda, una de las mayores alegrías para los racinguistas en los últimos tiempos. Del cuadro de Paco Fernández, técnico de los montañeses, conviene fijarse en Mamadou Koné, 22 años, (25 de Diciembre de 1991, Bingerville, Costa de Marfil), el hombre gol de este equipo, que ya debutó con el conjunto norteño en la máxima categoría.

Mamadou Koné tuvo una infancia muy complicada en Costa de Marfil, lo que le llevó a perder a sus padres a una edad muy temprana. La pelota fue su vía de escape. Internacional en categoría cadete con la selección costamarfileña, en el verano de 2010, un joven sufrido pero soñador arribó en Santander. Se enroló en la cantera del Racing, hasta que una noche de Octubre de 2011 llegó la hora de su debut. Cuper le dio la alternativa, nada más y nada menos que ante el Barça, en el Camp Nou. Esa temporada, que acabaría con el descenso del club cántabro, Koné disputó un total de 6 partidos con el primer equipo. La campaña pasada, también aciaga para los intereses santanderinos, el punta africano se convirtió en un fijo, participando en 36 encuentros y anotando 6 goles. Sin embargo, la proyección de Koné, destilando cierto pararelismo con el del equipo, parece haber resurgido en el curso actual, donde ya suma 12 tantos en competición liguera y otros 3 en el torneo del K.O.

Mamadou Koné es un atacante diestro, que tiene en la versatilidad uno de sus puntos fuertes, ya puede desenvolverse casi en cualquier posición de la zona ofensiva. Es habitual verle como ‘9’, pero también está acostumbrado a actuar como segundo punta o partiendo desde una banda. Fibroso, no destaca por su corpulencia física, ya que no es ni demasiado fornido ni demasiado espigado, lo que no hace que rehúya el contacto físico en ningún momento. A pesar de ser el hombre más adelantado, por su movilidad y permanente caída a los costados, no se le puede considerar una referencia fija. Rapidísimo, explosivo en todos sus movimientos y vertical, su peligro aumenta cuando encuentra espacios, tratando de trazar desmarques de ruptura con bastante frecuencia. Le gusta retrasar su posición, para entrar más en juego y descargar el juego combinando de espaldas a portería con buen criterio. A esto está sumando un oportunismo y clarividencia de cara a gol esta temporada que hacen que su potencial esté creciendo considerablemente. Impetuoso, en ocasiones debe controlar más su temperamento.

Su buena campaña en la Segunda B, donde es el segundo máximo goleador del Grupo I, hace que ya hayan empezado a surgir los primeros rumores que le sitúan en equipos de Segunda e incluso Primera División. Mientras tanto, Koné continúa goleando y siendo cada día más importante en los esquemas del Racing, que es consciente de que parte de sus esperanzas para acercarse a su hábitat natural pasan porque el africano continue en el plantel y prosiga con el rendimiento llevado a cabo en los últimos meses.