lunes, 17 de junio de 2013

Yuri Mamute

Con las grandes ligas finalizadas y las olas del mar acercándose para muchos, se avecina la Copa Confederaciones para saciar en parte la necesidad de los futboleros. A priori, tres favoritos claros: España, Italia y Brasil. Los de del Bosque siguen siendo el candidato a todo, el ejemplo a seguir por tantos y tantos, que intentan imitar un estilo victorioso a la par que vistoso. Italia, con un patrón de juego distinto a otras épocas, como comprobamos en la última Euro, aspira a ganar gustando, algo ciertamente novedoso en el combinado 'azurro'. Y Brasil. Los de Scolari llegan con problemas, hace tiempo que su puesta en escena no enamora. Con una liga como la carioca, cada día más competitiva, llama la atención que el combinado nacional no termine de ser un conjunto fiable. Y no es solo la absoluta, también los escalafones inferiores se están acostumbrando a desplegar un fútbol lejos de la brillantez de antaño. Eso sí, hay una cosa que sigue intacta, la capacidad de generar futbolistas de talento innato. En calidad y cantidad, Brasil es una fuente inagotable que no deja de presentarnos diamantes por pulir. De uno de ellos vamos a hablar en este artículo. Su nombre es Yuri Souza Almeida, aunque todos le conocen como Yuri Mamute.

A pesar de que su complexión física pueda parecer una cosa bien distinta, Yuri Mamute apenas tiene 18 años recién cumplidos, (7 de Mayo de 1995, Porto Alegre, Brasil). Formado en las categorías inferiores del Gremio de Porto Alegre, como él mismo ha comentado en alguna ocasión, durante su etapa de formación ha tenido más de una propuesta para abandonar la cantera del equipo 'tricolor'. El debut con el primer equipo de Gremio llegaría en Octubre de 2011, cuando el técnico Celso Roth le brindó la oportunidad de disputar 45 minutos ante el Coritiba, cuando tan solo contaba con 16 años. No ha sido hasta este 2013 cuando ha dado el salto definitivo al primer plantel, disputando esta campaña 5 partidos, en los que ha anotado 2 goles. Ya es internacional con la selección sub-20 brasileña, con la que recientemente ha disputado el Torneo Esperanzas de Toulon, en el que además de coronarse campeón con su equipo, ha sido elegido como mejor jugador del campeonato.

Yuri Mamute es un atacante que a simple vista ya destaca por su complexión física, una fuerza y potencia bastante inusual en alguien de su edad. Con un tren inferior muy vigoroso, es una auténtica roca. Puede desempeñarse tanto en el carril central como escorado a cualquiera de las bandas, encontrándose cómodo en ambos perfiles. Zurdo, pero con buen manejo de la derecha. Recibe y encara, haciendo gala de una temible arrancada en carrera, con la que es capaz de llevarse a su par. No anda exento de habilidad y de capacidad técnica, pero su fútbol brilla más con espacios, cuando de verdad puede explotar esas cualidad físicas privilegiadas. Trabajador y solidario en el esfuerzo. No encuentra inconvenientes para perseguir al lateral, colaborando así en la parcela defensiva. Posee una aptitud más que interesante para ver portería con relativa frecuencia, mostrándose muy oportunista, pudiendo aparecer por cualquier zona del área, y acarreando peligro incluso como cabeceador. Tiene que mejorar en algunas recepciones, donde peca de imprecisión cuando el rival le encima.

La exuberante constitución física de Yuri también le ha dado algún que otro quebradero de cabeza, ya que como suele ocurrir en futbolistas de tal masa muscular, es propenso a adquirir más peso del ideal, motivo por el cual el Gremio decidió que trabajase con un nutricionista. Conscientes de su futuro, el club portoalegrense ha cifrado la cláusula de rescisión de Mamute en 35 millones de €. Sin embargo, su contrato expira en Junio de 2014. Si continúa en Gremio o emigra, ya lo veremos. Mientras, el fornido Yuri empieza a labrarse un nombre en el mundo del fútbol.


miércoles, 12 de junio de 2013

Jesús Manuel Corona

Selecciones como España, Alemania o Francia, acostumbran a mostrar categorías inferiores muy potentes, con multitud de futbolistas que desde muy temprana edad empiezan a apuntar muy alto. Es habitual que ya en categoría sub-20 o sub-21 estos combinados presenten unos equipos repletos de jugadores que con frecuencia militan en la máxima categoría. Pero también hay otros países que comienzan a colmar de talento las divisiones menores. Fruto, sin duda, de un exhaustivo trabajo de cantera, que les ha hecho crecer y desarrollarse de manera relevante. Gran presente, glorioso futuro. Es el caso de Bélgica, Colombia o México. Centrándonos en el balompié azteca, vemos que es un fútbol en plena expansión. Su liga resulta cada vez más atractiva para el expectador y apetecible para el futbolista extranjero. Campeones del último Mundial sub-17, terceros en el sub-20 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres. Vienen pisando fuerte. Ahora, la selección absoluta apunta a la Confederaciones, mientras que la sub-20 lo hace a la copa del mundo de Turquía. Individualmente, los Gio dos Santos o Carlos Vela son referencias en sus clubes. El horizonte se descubre más que ilusionante, merced a perlas como Jesús Manuel Corona Ruíz, 20 años, (6 de Enero de 1993, Hermosillo, México).

Jesús Manuel Corona, también llamado 'Tecatito', se ha formado en los escalafones inferiores de Rayados de Monterrey, club con el que alcanzó el profesionalismo en Agosto de 2010, tras debutar en un choque frente Atlante, en el Apertura mexicano. El nombre de Corona empezó a colarse en las agendas de grandes equipos el pasado mes de Diciembre, cuando tuvo una destacada actuación en el Mundial de clubes, anotando un par de tantos que ayudaron a Rayados a conseguir el tercer puesto. Internacional sub-20 con la selección 'tricolor', a principios de este mismo año disputó el campeonato de dicha categoría de la Concacaf, de la que se proclamó campeón. En las últimas semanas, ha participado con el mismo combinado en el Torneo Esparanzas de Toulon, del cual ha sido elegido como jugador revelación. 

Creatividad, imaginación y un talento innato. Son algunas de las cualidades que reúne Corona, y que lo hacen un jugador de extraordinario porvenir. Atacante diestro, suele jugar escorado en banda derecha, aunque a decir verdad se encuentra cómodo partiendo desde ambos perfiles, a lo que ayuda también que maneja con soltura su pierna izquierda. Eso sí, su fútbol requiere cierta libertad de movimientos. Muy bajito, rápido y tremendamente hábil, la falta de estatura, lejos de convertirse en un hándicap, le ayuda para ser más escurridizo en el objetivo de huir del rival. Descarado, atrevido y con gran desparpajo. De superlativo nivel técnico, lleva la pelota siempre muy pegada al pie, haciendo gala de una brillante destreza para desbordar en el uno contra uno. Le enseña la pelota al defensor a la misma velocidad que se la esconde. Se para en seco y cuando menos se espera, cambia de ritmo y se muestra intratable una vez que arranca. Son solo algunos de su amplia gama de detalles ciertamente lujosos.  Necesita interferir continuamente en el partido, para con su movilidad y participación colaborar en la generación de juego ofensivo. Posee esa capacidad para generar peligro de cualquier jugada que pase por sus botas. Buen pasador, aunque en ocasiones algo individualista, la faceta realizadora es algo que debe pulir.

Corona tiene aún por delante un amplio margen de mejora, pero su magnífico potencial empieza a llamar la atención en Europa. En los últimos tiempos se le ha relacionado con el Oporto, así como con varios equipos italianos como Lazio, Fiorentina o incluso Juventus, pero de momento, a la espera de un expectante Mundial sub-20, el emergente talento azteca sigue perteneciendo a Monterrey, con el que continúa teniendo contrato de canterano.