viernes, 13 de mayo de 2016

Un equipo de otra época

Leí hace pocos días que el Atlético de Madrid era un equipo de otra época, y no pude estar más de acuerdo con esa afirmación. Desde que Simeone aterrizara a orillas del Manzanares e implantara su modelo, el Atleti ha experimentado una metamorfosis digna de estudio. Tanto como la que va de estar cerca del descenso a pelear por ser el mejor equipo del continente. Pero más allá del resultado e incluso del juego, merece la pena fijarse en la actitud de un equipo en el más puro significado de la palabra. Da la sensación de que los Godín, Juanfran, Gabi, Tiago o Koke no están impregnados de este fútbol moderno donde la mayor preocupación del jugador parece el ‘look’ que lucirá en la próxima jornada o ser un icono en la red social de moda. Tienen otra meta. La de defender un escudo, la de pelear cada balón, la de competir cada centímetro de césped. La de ganar, ganar, ganar y volver a ganar, que tan bien definió Don Luis Aragonés. Lejos de tuits o de exhibir un par de botas de diferentes colores, cuando saltan los de rojiblanco al campo van con todo, no se amilanan en ningún duelo, no dudan si tienen que dar una patada, no se lo piensan si es necesario lanzarse al suelo y mancharse las calzonas de barro. Como si esto fuera los añorados 80 o 90. Un equipo de otro tiempo. Aspectos que también se enseñan, que también se aprenden, que también se entrenan, más allá de un sistema táctico o una preparación física.


Feo, fuerte y formal, como diría el mítico ‘Loquillo’. El Atleti no es un equipo que destaque por la plasticidad de su juego. Ni tan siquiera es un conjunto recomendable de ver si lo único que buscas es pasar dos horas entretenidas o de puro espectáculo delante de la televisión. Pero además de un entretenimiento, esto es básicamente un deporte y el ‘quid’ de la cuestión radica en ganar, en competir, y ahí el Atlético de Madrid de Simeone es dificilísimo de superar, como bien muestras los tajantes números, o el palmarés. Orgullo, garra, corazón, entrega, lucha. El esfuerzo que no se negocia. Si eres del Atleti, ganes o pierdas, te irás con la cabeza alta, y eso, como hincha de un club, es lo mejor que te puede pasar. Si eres del rival, o un espectador neutral, habrá cosas que no te gusten, que te desquicien, y desde luego pocas de las que te vayas a quedar prendado en cuanto a belleza se refiere, pero probablemente todos querrían los jugadores de su equipo defendieran su camiseta  con ese convencimiento y  esa pasión. O con el sentimiento de pertenencia que comenta Simeone. No es de extrañar que el “orgulloso de nuestros jugadores” sea uno de los cánticos que con más fuerza resuenan en el Vicente Calderón en los últimos tiempos. Desde luego, un equipo de otra época. Una época en la que la pelota y el escudo eran lo más importante para un jugador.

miércoles, 20 de abril de 2016

El fútbol desde abajo: José Miguel Caballero

Lejos de los focos de la multitud, de los contratos con numerosos ceros, de las portadas de los grandes diarios, cada semana también tenemos cita con un fútbol diferente pero igualmente interesante, atractivo, humilde y competitivo. Se trata del balompié de otras categorías más bajas de nuestro país, que al igual que ocurre en la élite, cuenta con equipos que tienen sus objetivos e ilusiones y futbolistas que merecen atención. Hoy nos desplazamos a tierras gaditanas.

Allí, el Conil C.F. pelea por conseguir la salvación y permanecer una temporada más en la Tercera División del fútbol español, una meta más que importante para un club refundado hace poco más de una década y que, pese a llegar a los últimos compases del curso en posiciones de descenso, aún puede lograr si es capaz de vencer y se dan otros resultados. En la medular del conjunto conileño destaca José Miguel Caballero (29-11-1988), un mediocentro producto de la cantera del Cádiz, y que pese a su juventud ya cuenta con una dilatada experiencia.

Como comentábamos, José Miguel Caballero, o Josemi, como también se le conoce, se formó en los escalafones inferiores del Cádiz, club con el que llegó a debutar con el primer equipo en el curso 2008-2009 con apenas 20 años, en un encuentro frente al Guadalajara, para pasar a formar parte del primer plantel de forma definitiva un par de años más tarde. Caballero se armó de valor y continuó persiguiendo el sueño de ser futbolista fuera de nuestras fronteras, marchándose a tierras alemanas para enrolarse en las filas del TSV Grunbach primero y más tarde pasar por el Karlsruhe II y FC Espanol. Decidió poner punto y final a su aventura teutona para regresar a casa, y nunca mejor dicho, ya que firmó por el equipo de la localidad que lo vio nacer, el Chiclana. Ahora, en el Conil C.F., es uno de los hombres importantes en los esquemas del técnico Alejandro Varela.

JoseMiguel Caballero es un mediocentro de perfil defensivo, con una notable presencia física, espigado (1,85 metros de altura) y complexión fuerte. Situado por delante de la línea defensiva, sus buenos conceptos tácticos e interpretación del juego hace que se sienta cómodo tanto en un doble pivote o actuando como único miembro en la medular. Diestro, aunque maneja con soltura la izquierda, acostumbra a ejecutar muy bien sus funciones: estar bien posicionado, robar y combinar con criterio. Es duro en el cuerpeo y con un juego aéreo poderoso. A su juego debe sumar algo más de llegada al área rival y explotar su buen disparo a portería.