jueves, 17 de diciembre de 2009

Jordi Gómez

Hasta hace no demasiado tiempo, la Premier League no era un lugar idóneo para nuestros futbolistas, y al igual que no abundan los jugadores británicos por España, tampoco era algo habitual ver a futbolistas españoles jugando en la liga inglesa, pero esto ya hace algún tiempo que dejó de ser así. Nombres como Marcelino Helena o Iván Campo, abrieron un camino que continuó entre otros Arsene Wenger, fichando a Reyes o captando a un tal Cesc Fábregas de la Masía. Pero sin duda la lista empezó a engrosarse con la llegada de Rafa Benítez al banquillo de Anfield, incorporando con él a un importante número de futbolistas españoles, como Pepe Reina, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso, Luís García, Riera o Fernando Torres entre otros. Pero retrocediendo un poco más en el tiempo, nos encontramos con un español que ya probó fortuna en tierras británicas en la década de los 90, su nombre es Roberto Martínez, nacido en Lérida. Se formó como jugador en las categorías inferiores del Real Zaragoza, con el que llegó a debutar con el primer equipo, tras no gozar de demasiado protagonismo, abandonó el club maño y jugó en algunos equipos de inferior categoría, hasta que en 1995 dió el salto a Inglaterra, a las filas del Wigan Athletic, donde permaneció durante seis temporadas. A partir de ahí su carrera transcurrió por modestos clubes como el Motherwell escocés, el Wallsall, el Chester City o el Swansea, donde estuvo tres temporadas. Fue aquí, en Swansea, en la segunda ciudad del País de Gales donde Roberto Martínez tuvo la primera oportunidad de dirigir a un equipo como entrenador profesional, y su trabajo no ha podido ser más brillante. Se hizo cargo del equipo cuando militaba en la League One (Segunda B) y dejándolo a las puertas de la Premier League, además poniendo en práctica un fútbol vistoso y de toque, y realizando un papel relevante en la FA Cup. Al igual que hizo Rafa Benítez no dudó en acordarse del mercado español, aunque con jugadores mucho más modestos y desconocidos, como Albert Serrán, Ángel Rangel, Andrea Orlandi, Guillem Bauzá, Gorka Pintado y Jordi Gómez, de 24 años (24 de Mayo de 1985, Barcelona, España), en el cual me quiero detener en este artículo.

Jordi Gómez se ha formado en los escalafones inferiores del Fútbol Club Barcelona, del cual se marchó en 2007, para ingresar en la cantera del Espanyol. Tras destacar en el filial y convertirse en un jugador muy importante, Ernesto Valverde le dió la oportunidad de debutar en Primera división con el primer equipo perico. Tras considerarlo como un jugador de futuro y con la idea de ganar en experiencia, el Espanyol decidió cederlo la temporada pasada al Swansea, en el que maravilló con su fútbol y se convirtió en uno de los principales responsables de que el equipo galés se quedará a solo dos puestos de disputar los play offs por el ascenso a la Premier y avanzara varias rondas en la FA Cup, eliminando incluso a un rival de superior categoría como el Porstmouth. Su buena campaña despertó el interés de varios equipos de la Premier, y aunque todo hacía indicar que volvería al Español, con el que aún le restaban dos años de contrato, el hecho de que Roberto Martínez, el entrenador con el que ha triunfado en el Swansea, haya fichado por el Wigan, uno de los equipos para los que había sonado, ha sido fundamental para que Jordi abandone definitivamente la cantera españolista rumbo a Inglaterra. El traspaso del jugador catalán, le ha supuesto al Wigan un desembolso de unos 2 millones de € aproximadamente. En su primera temporada en el Wigan, está contribuyendo a que el equipo esté cumpliendo con el objetivo de una temporada sin sobresaltos, con el pensamiento de un proyecto a medio largo plazo. A nivel individual no está siendo un fijo en los esquemas de Roberto Martínez, sobre todo desde el inicio, siendo bastante habitual verlo entrar está entrar desde el banquillo, aunque si está disfrutando de muchos minutos.

Jordi Gómez es un centrocampista de carácter ofensivo de gran toque de balón, que suele jugar en la mediapunta, por detrás del delantero. Se caracteriza ante todo por ser un jugador enormemente técnico, y que siempre intenta participar en el juego, necesitando el balón cerca de sus botas. Es zurdo y tiene una enorme capacidad para crear fútbol y hacer jugar a sus compañeros, como ya demostró la temporada pasada en el Swansea, siendo el auténtico motor del equipo. En su juego destaca su gran visión de juego y su facilidad para distribuir, siendo muy buen pasador. Tanto si juega por detrás del punta como si lo hace un poco más atrasado, le gusta incorporarse al ataque, donde tiene una gran llegada y bastante gol. Su condición más mejorable es la rapidez, algo que en la Premier es un aspecto primordial, dada la velocidad e intensidad con la que se disputa cada lance del juego. Además posee muy buen golpeo con su pierna izquierda, y suele ser el encargado de ejecutar las jugadas a balón parado, siendo una de sus armas principales el disparo en los libres directos.

martes, 15 de diciembre de 2009

Pablo Armero

El fútbol colombiano no pasa ni mucho menos por su mejor momento y así se ha podido ver en la fase de clasificación para el mundial de Sudáfrica, en la que la selección tricolor se quedó sin posibilidades de clasificació, tras perder en su propio país ante Chile y ver así como se quedará fuera de una cita mundialista por tercera vez consecutiva, tras perderse los mundiales de Corea y Japón en 2002 y de Alemania en 2006. Sin embargo, resulta curioso ver que este equipo que no ha sido capaz ni de siquiera luchar hasta la últimas fecha por la clasificación, está repleto de jugadores que compiten en las grandes ligas europeas, la gran mayoría de ellos muy jóvenes y con un papel realmente importante en sus equipos, como pueden ser los casos de David Ospina (OGC Niza), Camilo Zuñiga (Nápoles), Cristian Zapata (Udinese), Abel Aguilar (Real Zaragoza), Radamel Falcao (Oporto) o Hugo Rodallega (Wigan Athletic) entre otros, estos ya han dado el salto al viejo continente, pero no conviene olvidarse de algunos que todavía no han dado ese paso y tienen condiciones para ello, como son el centrocampista Giovanni Moreno y el delantero Jackson Martínez, que militan en Atlético Nacional e Independiente de Medellín respectivamente, ambos equipos de la liga colombiana, o el protagonista de este artículo, un jugador que si bien ya ha dado el salto a una de las ligas más importantes de Sudamérica, como es el brasileirao, aún no ha emigrado a Europa, algo que viéndolo jugar no parece que vaya a tardar mucho tiempo en suceder. Se trata del defensor Pablo Armero, 23 años (2 de Noviembre de 1986, Tumaco, Colombia).

Los primeros pasos de Pablo Armero en el mundo del fútbol fueron en las categorías inferiores del América de Cali, en el que empezó a asomar la cabeza con apenas 18 años, permaneciendo durante cinco años y convirtiéndose en uno de los jugadores referencias tanto para la hinchada como para el club, que en las últimas temporadas ha mezclado glorias con sinsabores por partes iguales. Además Armero ha desarrollado un papel destacado en las categorías inferiores de la selección colombiana. Ha participado con la selección sub-17, llegando a ser semifinalista en el Mundial de dicha categoría disputado en Finlandia en 2003. En aquel equipo le acompañaban jugadores como Cristian Zapata, Guarín, Otalvaro o Hidalgo y cayeron derrotados ante la Brasil de Evandro (Os Belenenses) o Ederson (Lyon), que a la postre se proclamó campeona ante la España de Silva y Cesc, nombrado mejor jugador del torneo. También ha sido internacional con la selección sub-20, con la que se proclamó campeona del campeonato centroamericano disputado en 2006, en el que Colombia era la anfitriona y venció en la final a Venezuela. Volviendo nuevamente a su protagonismo a nivel de club, Armero ha dispuado un total de 108 encuentros con el América, anotando 6 goles, lo que sirvió para debutar el año pasado con la selección absoluta colombiana, y dar el salto a la liga brasileña, fichando a principios de 2009 por el Palmeiras. En su primera temporada en el club albiverde se ha adaptado a la perfección al fútbol brasileño, y tras colaborar en la gran campaña de su equipo que ha finalizado 4º el brasileirao. Ya ha empezado a sonar su posible fichaje por algún club europeo, algo que de momento no le quita el sueño, pero que de seguir así será pronto un sueño cumplido.

Pablo Armero es un lateral izquierdo que por sus características ofensivas también se puede desenvolver como volante en el carril zurdo. Pese a no ser un jugador excesivamente alto (1,74 metros) posee una enorme fuerza y muy buenas condiciones físicas, entre las que destacan sobre todo una potencia bestial y una gran velocidad. Armero es un carrilero que se muestra con mucho carácter, batallador, atento y expeditivo en defensa, pero cuyas mayores virtudes pasan por su largo recorrido y su inminente vocación ofensiva, algo que no duda en demostrar cada vez que puede o agarra el balón. Sin ser un prodigio de calidad técnica, si tiene buen manejo de balón, y le gusta incorporarse al ataque, en muchas ocasiones marcándose auténticas galopadas aprovechando llenas de rapidez, fuerza y potencia. Llega muy bien desde atrás y si lo ve claro no duda en poner en práctica su fuerte y peligroso disparo desde media distancia. Además no suele poner malos centros y sus arrancadas desde atrás son muy variadas, ya que igual puede marcarse una jugada individual que buscar el apoyo de un compañero y llegar hasta línea de fondo con gran velocidad.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Antoine Griezmann

Cuando los problemas económicos aprietan, los clubes modestos suelen depositar su confianza en la cantera, que es la via más rápida y viable, y menos costosa. Eso lo saben muy bien en la Real Sociedad, donde han quedado atrás fichajes de relumbrón ni ningún tipo de despilfarro económico que suponga desmarcarse de los parámetros extrictamente marcados, con la meta de volver a ser un club totalmente saneado. En lo deportivo esto ha supuesto pocos refuerzos extranjeros y una decidida apuesta por jugadores de la casa, con el objetivo de conseguir un equipo competitivo y regresar a la primera división en la temporada en la que el club cumple cien años de historia. De momento los resultados no pueden ser mejores y el equipo se está mostrando todo lo serio y regular que no estuvo en las dos campañas anteriores y por la que no pudo conseguir el ascenso. Una de los jugadores más destacables es Antoine Griezmann (21 de Marzo de 1991, Borgoña, Francia) que se está mostrando como una de las grandes revelaciones, tanto de la Real como de la segunda división. Griezmann acaba de llegar y se está erigiendo como la gran sensación de la temporada, todavía incluso tiene ficha juvenil, pero está siendo un pilar fundamental en los esquemas de la Real, convirtiéndose en un fijo en las alineaciones, y sus goles y asistencias están siendo de gran ayuda para que la Real sea el líder de la división de plata.

Evidentemente Griezmann no es uno de esos jugadores de la tierra, aunque casi se le podría considerar, ya que llegó a las categorías inferiores del club txuri-urdin con tan solo 13 años, cuando uno de los ojeadores del club destinado al país galo lo descubrió en un torneo de categoría cadete, disputado en el Pais Vasco y en el que el Griezman estaba a prueba en el Montpellier HSC. El club francés decidió no contar con el joven y fue entonces cuando tras convecer a Olabe se incorporó a la Real Sociedad. Desde entonces ha ido escalando peldaños en los equipos inferiores donostiarras, en los que ha pasado por todos excepto por el segundo equipo, al que en teoría debía incorporarse esta temporada, pero tras realizar la pretemporada con el primer equipo ha convencido con argumentos más que de sobra al uruguayo Martín Lasarte y se ha ganado un puesto en el primer plantel, en el que se está convirtiendo en uno de los grandes referentes pese a su insultante juventud.

Antonie Griezmann es un jugador de perfil “moderno”, inteligente, polivalente y con gran rapidez de movimientos. Su habilidad y velocidad, unido a un excelente regate y muy buen centro, hacen de esta joven perla un mediapunta interesantísimo, que puede jugar tanto en el extremo izquierdo, donde es su posición orginal, como por detrás del punta. Griezmann no destaca por su corpulencia ni su fuerza física, pero ello no le impide tener un magnífico desborde. Pese a su juventud demuestra un gran desparpajo, no se esconde y pide siempre la pelota. Posee una gran precisión con la zurda, tanto en el pase como en el disparo. Con muy buena técnica individual y una gran llegada como ya ha demostrado en el primer equipo con el que ha anotado varios goles y es uno de los máximos artilleros.

martes, 8 de diciembre de 2009

Alberto Paloschi

La liga italiana siempre ha estado plagada de muchos jugadores veteranos, los equipos tradicionalmente han apostado por futbolistas experimentados y la media de edad con la que se suelen retirar los jugadores en el calcio es más elevada que en otros países. El máximo exponente de esta filosofía ha sido el Milan, repleto de jugadores veteranos y una plantilla bastante mayor que lo ha hecho perder el sitio en Italia y poder en Europa. Pero esa “tradición” poco a poco se está perdiendo y cada vez son más los jóvenes con un papel muy importante en equipos punteros, como los casos de Balotelli, Alexandre Pato, Stevan Jovetic o Sebastian Giovinco entre otros. Uno de esos jóvenes talentos que viene pisando fuerte es Alberto Paloschi, 19 años (4 de Enero de 1990, Brescia, Italia), que pertenece precisamente al club rossonero, aunque por falta de oportunidades está cedido en el Parma.

Empezar anotando un gol en tu debut como jugador del primer equipo del Milan con 18 años recién cumplidos, debe ser bonito y a la vez difícil, por el grado de presión que ello supone. Eso le pasó a Alberto Paloschi, cuya carrera comenzó en los escalafones inferiores milanistas, y que en apenas unos minutos pasó de ser un semidesconocido a estar en boca de todos. Tras su fulgurante debut, no pasó desapercibido para nadie, aunque la enorme competitividad en la delantera milanista pronto le hicieron caer a un segundo plano y tener que buscar oportunidades lejos de San Siro. Apareció así la opción de jugar en segunda con el Parma, con el objetivo de adquirir experiencia y gozar de los minutos que le iban a faltar en Milán. Paloschi no defraudó y la temporada pasada se convirtió en una de las piezas claves del ascenso del Parma a la serie A, anotando 12 goles.


Algunos lo comparan con el incombustible Filippo Inzaghi, con el comparte la tremenda efusividad en las celebraciones de los goles y del que parece haber “heredado” la misma ambición y carácter. Con más calidad y clase que su ídolo Pippo, Paloschi es un delantero con infinidad de recursos en el área. Posee un muy buen remate de cabeza pese a no ser excesivamente alto. Muy batallador, rápido, de gran movilidad y sobre todo rematador, tiene un disparo muy peligroso. Realiza fantásticos desmarques en los últimos metros y es muy oportunista, además tiene una técnica individual más que aceptable.

Al término de la pasada campaña debería haber vuelto a Milan, pero las tres partes decidieron prolongar el contrato de cesión que le unía al Parma y Paloschi está siendo esta temporada el gran referente ofensivo del cuadro de Francesco Guidolin formando dupla atacante con Valeri Bojinov, y está siendo uno de los artífices de que el Parma sea hasta el momento el equipo revelación del calcio, situado en posiciones europeas. Este verano tendrá una nueva ocasión de volver al Milan, con el los de San Siro tienen una oportunidad de empezar a rejuvenecer una plantilla con tanto talento como veteranía.