Iker Muniaín

Tras varias temporadas al borde del precipicio, con cambios de entrenadores, presidentes, multitud de dudas y el equipo coqueteando peligrosamente con el nunca producido hasta el momento descenso a segunda, en los últimos tiempos las aguas han vuelto a su cauce en Bilbao y el equipo ha vuelto a asentarse en una situación muy cómoda e incluso dándose algunas alegrías como la final copera de la temporada pasada, en la que pese a su gran papel solo pudo ser subcampeón porque en frente estaba el mejor del equipo del mundo, lo que supuso la participación europea de esta campaña, en la que ha sido capaz de superar la fase de liguilla, pero en la que finalmente ha sucumbido ante un rival peligroso y muy a tener en cuenta como es el Anderlecht. Pero además de por volver a competición europea varios años después, esta temporada será recordada por la explosión del último gran talentos de Lezama, que no es otro que Iker Muniaín, 17 años, (19 de Diciembre de 1992, Pamplona, España), jugador que ha ascendido esta campaña definitivamente al primer equipo y que se ha consagrado como la gran revelación, tanto es así que por San Mamés no se habla de otra cosa y solo se espera que pueda llegar muy lejos con los leones y no se quede estancado a mitad de camino como pasó con jugadores que igualmente apuntaban muy alto.

Nacido en Navarra pero formado en la cantera del Athletic, Iker Muniaín ha desarrollado toda su carrera en los escalafones inferiores del club rojiblanco. Es uno de esos jugadores llamados a destacar, considerado una de las grandes esperanzas del club en los próximos años, su irrupción como jugador profesional ha con llevado además una gran carga mediática, ya que ha batido varios records de precocidad. Debutó con el primer equipo el pasado verano, en la fase previa de la Europa League, llevando a cabo un papel estelar a las primeras de cambio, ya que fue el artífice de que el Athletic eliminara al Young Boys suizo, anotando un gol en la vuelta, disputada en tierras suiza. Con este gol Muniaín batió la primera de las marcas que ha ido registrando en los últimos tiempos, convirtiéndose en el jugador más joven en marcar en un partido oficial con el Athletic Club. Desde comienzos de temporada su presencia en el primer equipo se ha convertido en habitual y su debut en liga se produjo en la primera jornada, llegando así a ser el jugador más joven en disputar un encuentro liguero con el Athletic. Poco después anotaría su primer gol, que también se convirtió en histórico, al ser el jugador más joven en anotar un gol en primera división, todo ello con tan solo 16 primaveras. Sus buenas actuaciones en los últimos meses del pasado año hicieron que fuera nominado al Golden Boy, premio que se otorga al mejor jugador del mundo menor de 21 años, aunque finalmente no consiguió dicho premio. Es internacional sub-16 y actualmente va convocado con la selección sub-17, con la que ha disputado el Mundial de dicha categoría en el que España cayó frente a Nigeria.

En muchas ocasiones vemos a futbolistas muy jóvenes que ya disputan encuentros de gran trascendencia con jugadores de mucha más veteranía y experiencia, y vemos que esos jóvenes no tienen nada que envidiarle en físico a profesionales consagrados, pero este no es ni mucho menos el caso de Iker Muniaín. Con apenas 1,67 metros, Muniaín es un jugador que destaca y mucho pero por otro tipo de condiciones. Diestro, pequeño y escurridizo, sabe utilizar a la perfección su liviano físico y esto pese a que puede parecerle un handicap lo convierte en una de sus mayores virtudes. Tiene una gran versatilidad, ya que se desenvuelve a la perfección casi en todas las posiciones ofensivas, puede jugar de mediapunta o segundo delantero, o por cualquiera de las dos bandas, en más ocasiones se le ha visto jugar por la zona derecha, aunque también ha rendido muy bien partiendo desde la izquierda a pierna cambiada. Velocísimo y con una gran rapidez en todos sus movimientos con y sin balón, posee muy buena técnica individual y un gran dominio del balón, el cual conduce fantasticamente en carrera y protege a la perfección. Siempre muy luchador, es atrevido, descarado y no se esconde nunca, reclamando siempre y en cualquier situación la pelota. Pese a su poca corpulencia no duda en intentar siempre el uno contra uno, en el que por velocidad y habilidad es muy dificil de parar. Su debil planta física lo convierten en un gran peligro para las defensas, ya que puede incrustarse con gran habilidad y facilidad entre los defensores y además es objeto de un gran número de faltas, provocando un elevado número de cartulinas entre los contrarios, aunque también hay que decir que tiende a exagerar o intentar engañar al árbitro. Desequilibrante y con muy buen desborde, ha demostrado además mucha verticalidad y llegada a portería, siendo un jugador con facilidad para hacer gol.