Mamadou Sakho

Llama la atención en un país de tanta tradición futbolística como lo es Francia, que la capital del estado tenga un equipo que no sea ni mucho menos referencia en el campeonato galo. El Paris Saint Germain es un club fundado no hace demasiado tiempo, allá por 1970, sin embargo desde su nacimiento ha sabido hacerse un hueco entre los clubes importantes de Francia consiguiendo dos ligas, tres copas de liga, ocho copas de Francia e incluso haciéndose un nombre en Europa consiguiendo la Recopa en 1996. Por eso resulta sorprendente que en los últimos años el conjunto parisino nos haya casi acostumbrado a verle en la mitad de la tabla, más preocupado por mirar hacia los puestos bajos y salvar la categoría que por ganar títulos. Hace dos temporadas sin embargo si que estuvieron a punto de adjudicarse el tercer campeonato liguero, finalmente se acabaron desinflando en las últimas jornadas y la pasada campaña volvieron a la mediocridad, quedando por debajo de la mitad de la tabla y salvando un ejercicio más que discreto gracias a ganar la Copa de Francia en la que se impuso al Mónaco, lo que le vale para que en la presente temporada pueda jugar la Europa League. Mezcla de veteranía y juventud, el PSG dispone de un conjunto más que capacitado para situarse en los primeros puestos de la Ligue 1, quizás le falte algo de profundidad de plantilla, pero el técnico Antoine Kombouaré tiene ante si un once perfectamente capaz de estar entre los mejores de Francia. De momento el inicio de temporada está marcado una vez más por la irregularidad, pero entre esa irregularidad destaca un jugador que se está caracterizando por todo lo contrario, por la regularidad que está mostrando en las últimas temporadas y que le está valiendo para crecer a pasos agigantados pese a su juventud. Se trata de Mamadou Sakho, 20 años, (13 de Febrero de 1990, Paris, Francia).

Nacido en Francia pero de origen senegalés, Mamadou Sakho ha sido considerado desde bien joven una de las grandes promesas del fútbol francés. Se ha formado en el club de su ciudad, el Paris Saint Germain, con el que ha militado en todas las categorías inferiores hasta llegar al primer equipo, debutando con apenas 17 años y convirtiéndose casi desde el principio en un jugador importante dentro del plantel. Su número de partidos con la primera escuadra parisina ha ido aumentando a medida que también ha ido creciendo su propio nivel, hasta que en la actualidad es todo un fijo en las alineaciones de Kombouaré. Cuando decimos que es considerado como uno de los grandes talentos futbolísticos del país galo de cara al futuro más cercano no es algo subjetivo, así lo indica su participación en todas las categorías menores de la selección francesa, con la que ha vestido la camiseta de los equipos sub-16, sub-17, sub-18, sub-19 y sub-21, continuando con su proyección hasta que en este mismo verano ha sido llamado por el nuevo seleccionador francés Laurent Blanc para debutar con la absoluta. Su contrato con el PSG finaliza en 2012, pero a buen seguro que el conjunto parisino no tendrá nada fácil el retenerlo en sus filas demasiado tiempo.

Cuando hablamos de Mamadou Sakho lo hacemos de un defensa central zurdo que puede jugar tanto en el centro de la zaga, donde es su posición más natural y que desempeña más habitualmente, como en el lateral izquierdo, que no solo destaca por sus llamativos cortes de pelo, sino por una tremenda presencia física, 1,87 metros de altura y 82 kg de peso, fuerte, fibroso y muy potente, ni que decir tiene que uno de sus puntos fuertes es el cuerpo a cuerpo, mostrándose siempre muy pegajoso en el marcaje al delantero que es una de sus principales armas y ayudándose de su físico para salir vencedor en el uno contra uno. Rápido pese a su tremenda corpulencia, destaca su gran zancada, lo que le hace ser un defensor muy difícil de superar en velocidad. Tranquilo y seguro, suele ser bastante fiable en todas sus intervenciones. Con una aceptable técnica, no es un derroche de calidad con el balón en los pies, por lo que intenta siempre no complicarse, buscar al compañero más cercano y el pase fácil. Contundente y con un gran sentido de la anticipación, puede recuperar el balón tanto llegando antes que el atacante como arrebatándoselo de forma expeditiva. Le gusta siempre que puede incorporarse al ataque, lo hace siempre con mucha fuerza y sobre todo cuando le toca jugar en el lateral izquierdo, posición en la que cumple con creces y se siente bastante cómodo. Un auténtico muro en el juego aéreo, pese a su juventud demuestra jerarquía y capacidad de liderazgo, sin ir más lejos ha sido nombrado casi desde su aparación en el primer equipo del PSG como uno de los capitanes. Su consagración es más que un hecho y partido tras partido no hace más que demostrar su crecimiento y el alto grado de madurez que está alcanzando en su juego, lo que hace que varios clubes como la Juventus lo sigan muy de cerca.