Lucas Ariel Ocampos

Argentina ha sido, es y será uno de los países más prolíficos a la hora de sacar jugadores. Los argentinos parecen tener una habilidad especial para fabricar buenos futbolistas que después poseen un gen competitivo único, que les hace luchar al máximo. La nueva hornada de talentos de la albiceleste promete con seguir la estela histórica y con poner en primera fila a una selección que ha sufrido bastantes fiascos en las últimas grandes citas. En el Sudamericano Sub-17 que se está disputando en Ecuador son varias las perlas que nos está llamando la atención de cara a un futuro que se le presenta muy prometedor a muchos de estos jóvenes, pero en el artículo de hoy me gustaría destacar especialmente a uno, que está siendo el futbolista más determinante de la selección argentina. Se trata de Lucas Ariel Ocampos, 16 años, (11 de Julio de 1994, Buenos Aires, Argentina).

Nacido en la ciudad de Quilmes, Lucas Ocampos pertenece a la disciplina de River Plate, donde actualmente milita en el equipo juvenil. El club “millonario” aporta además de nuestro protagonista a otros cuatro jugadores a la selección argentina sub-17. A finales de 2010 Ocampos se proclamó campeón con el equipo de 7ª división de River, tras vencer en la final por penaltis a Vélez. Todo un habitual en los escalafones inferiores de la selección albiceleste, es un fijo en el conjunto que dirige Oscar Garre, como bien está demostrando en este torneo, en el que es un titular indiscutible, siendo uno de los jugadores más decisivos de los argentinos y por ende del campeonato. Sus jugadas, goles y profundidad le han valido de mucho a su equipo para consagrarse como uno de los firmes aspirantes a llevarse el torneo.

Lucas Ocampos es un atacante diestro, con una imponente planta física. Espigado, fuerte y de gran potencia, puede jugar en cualquier lugar de la mediapunta, aunque es más habitual verlo escorado en banda derecha. Trabajador, luchador y constante en su juego, en infinidad de ocasiones presta una gran ayuda defensiva retrasando su posición y no para de intentarlo en todo momento. Dotado de una muy buena calidad técnica individual y mejor manejo de balón del que puede parecer en un primer momento, tiene una buena capacidad de regate, un muy buen desborde en el uno contra uno y una increíble facilidad para dejar atrás al defensor, dando la sensación de una tremenda superioridad. Difícil de parar cuando encara, es elegante en la conducción de balón y se mantiene en constante movimiento por todo el frente de ataque, siendo frecuente que durante el partido cambie de banda o se sitúe por detrás del punta. No pierde de vista la portería contraria en ningún momento y posee bastante facilidad para hacer gol, lo que hace de Ocampos un atacante enormemente completo y del que ya se frotan las manos los aficionados de River, que de seguir así no tardarán demasiado tiempo en disfrutarlo en el Monumental.