
Se habla mucho de la gran cantidad de jugadores que exportan países sudamericanos como Brasil y Argentina, o ligas del norte de Europa, pero países como Serbia, Croacia o Turquía, también sufren un éxodo inagotable de jóvenes jugadores hacia muchos equipos de las ligas más potentes del viejo continente. Un buen ejemplo es Filip Djuricic. Su carrera comenzó en el Estrella Roja, donde se formó en una de las más prestigiosas canteras y en el que no llegó a tener protagonismo en el equipo profesional. En 2007 partió hacia Grecia, donde permaneció durante una temporada en el Olympiakos y luego volvió a su país, para enrolarse en las filas del Radnicki Obrenovac, un equipo modesto que le sirvió al joven Djuricic para ganar minutos y experiencia. Demostrando una vez más el gran conocimiento del mercado internacional que poseen la mayoría de los clubes holandeses, el Heerenveen se hizo con sus servicios en 2009, aunque no pudo contar con él hasta el año siguiente que cumplió la mayoría de edad. Antes hay que decir que el serbio tuvo una prueba que no llegó a concretarse con el Manchester United. Djuricic ha sido internacional en los escalafones inferiores de la selección serbia, con la que ha vestido la camiseta de las águilas blancas en categorías sub-17, sub-19 y sub-21. Desde su llegada a Heerenveen hha ido haciéndose un hueco poco a poco en el equipo, hasta el punto de que en la actualidad es, pese a su juventud, uno de los jugadores más utilizados por el técnico Ron Jans.
Hay jugadores a los que no necesitas demasiados minutos para darte cuenta de que destilan algo diferente, poco visto, inusual y especial a los ojos del espectador de fútbol. En esa estirpe de futbolistas podríamos encuadrar a Filip Djuricic, un fino mediapunta diestro con gran libertad de movimientos en la zona de tres cuartos, con caída a los costados y que destila una gran elegancia en cada acción. No posee un físico privilegiado, más bien lo contrario, sus 1,76 metros y 72 kg de peso le hacen ser un jugador aparentemente débil, pero que saca mucho jugo de su enorme habilidad y una velocidad endiablada. Le gusta asociarse, combinar con los compañeros, tiene muy buen toque de primeras y es bastante frecuente verle retrasar su posición hasta el mediocampo para participar en la elaboración del juego de su equipos. Maneja con bastante soltura la pierna izquierda, algo que sobre todo le ayuda a la hora de salir de la presión de los rivales, teniendo la posibilidad de sortearlos tanto por el perfil diestro como por el zurdo. Antes hemos comentado su velocidad de piernas, pero también hay que destacar la rapidez con la que ve el fútbol, poseyendo una muy buena visión de juego que le hacen ser un aliado excelente para asistir los atacantes. Tiene muy buena conducción de balón en carrera, la protege a las mil maravillas y está dotado de una excelente técnica individual. A todo ello suma llegada, un aspecto en lo que a buen seguro mejorará en un campeonato como el holandés, con un estilo de juego siempre ofensivo y muchos espacios. Ve puerta con asiduidad y está mejorando sus registros goleadores, algo que lo pueden convertir en un jugador muy completo,
