Hasta hace no demasiado tiempo, la Premier League no era un lugar idóneo para nuestros futbolistas, y al igual que no abundan los jugadores británicos por España, tampoco era algo habitual ver a futbolistas españoles jugando en la liga inglesa, pero esto ya hace algún tiempo que dejó de ser así. Nombres como Marcelino Helena o Iván Campo, abrieron un camino que continuó entre otros Arsene Wenger, fichando a Reyes o captando a un tal Cesc Fábregas de la Masía. Pero sin duda la lista empezó a engrosarse con la llegada de Rafa Benítez al banquillo de Anfield, incorporando con él a un importante número de futbolistas españoles, como Pepe Reina, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso, Luís García, Riera o Fernando Torres entre otros. Pero retrocediendo un poco más en el tiempo, nos encontramos con un español que ya probó fortuna en tierras británicas en la década de los 90, su nombre es Roberto Martínez, nacido en Lérida. Se formó como jugador en las categorías inferiores del Real Zaragoza, con el que llegó a debutar con el primer equipo, tras no gozar de demasiado protagonismo, abandonó el club maño y jugó en algunos equipos de inferior categoría, hasta que en 1995 dió el salto a Inglaterra, a las filas del Wigan Athletic, donde permaneció durante seis temporadas. A partir de ahí su carrera transcurrió por modestos clubes como el Motherwell escocés, el Wallsall, el Chester City o el Swansea, donde estuvo tres temporadas. Fue aquí, en Swansea, en la segunda ciudad del País de Gales donde Roberto Martínez tuvo la primera oportunidad de dirigir a un equipo como entrenador profesional, y su trabajo no ha podido ser más brillante. Se hizo cargo del equipo cuando militaba en la League One (Segunda B) y dejándolo a las puertas de la Premier League, además poniendo en práctica un fútbol vistoso y de toque, y realizando un papel relevante en la FA Cup. Al igual que hizo Rafa Benítez no dudó en acordarse del mercado español, aunque con jugadores mucho más modestos y desconocidos, como Albert Serrán, Ángel Rangel, Andrea Orlandi, Guillem Bauzá, Gorka Pintado y Jordi Gómez, de 24 años (24 de Mayo de 1985, Barcelona, España), en el cual me quiero detener en este artículo.Jordi Gómez es un centrocampista de carácter ofensivo de gran toque de balón, que suele jugar en la mediapunta, por detrás del delantero. Se caracteriza ante todo por ser un jugador enormemente técnico, y que siempre intenta participar en el juego, necesitando el balón cerca de sus botas. Es zurdo y tiene una enorme capacidad para crear fútbol y hacer jugar a sus compañeros, como ya demostró la temporada pasada en el Swansea, siendo el auténtico motor del equipo. En su juego destaca su gran visión de juego y su facilidad para distribuir, siendo muy buen pasador. Tanto si juega por detrás del punta como si lo hace un poco más atrasado, le gusta incorporarse al ataque, donde tiene una gran llegada y bastante gol. Su condici
ón más mejorable es la rapidez, algo que en la Premier es un aspecto primordial, dada la velocidad e intensidad con la que se disputa cada lance del juego. Además posee muy buen golpeo con su pierna izquierda, y suele ser el encargado de ejecutar las jugadas a balón parado, siendo una de sus armas principales el disparo en los libres directos.


















